“Queremos arroz y trabajo para
todos”
La historia contemporánea de
China hasta el triunfo de Mao está marcada por tres hechos: la proclamación de
la República en 1911, la guerra civil entre 1927 y 1949, y el enfrentamiento
con el Japón. Pues bien, hemos encontrado un estudio del socialista catalán
Antonio Fabra i Ribas, que analiza la celebración del primero de mayo en la
China de los años veinte hasta justo el año en el que comienza la guerra civil,
y que nos parece harto interesante divulgar. Fabra fue uno de los socialistas
en España que más conocían el panorama internacional, y, como es sabido,
estrechamente vinculado con la OIT.
El artículo, en cuestión, fue
publicado en El Socialista en el
número correspondiente al primero de mayo de 1927. Fabra consideraba que
conocer cómo se había desarrollado el primero de mayo en China era una cuestión
importante, habida cuenta de la situación del país, y que preocupaba claramente
en el contexto internacional, ya que estaríamos en los prolegómenos del choque
frontal entre el Kuomitang y los comunistas. Pero, además, el interés derivaba,
precisamente, del creciente papel de los obreros en China.
Al parecer, fue en 1920 cuando
comenzaron las manifestaciones del primero de mayo en las grandes ciudades,
como Pekín, Cantón y Sanghai. Esas manifestaciones fueron acompañadas de
mítines. Al parecer, se adhirieron los estudiantes y hasta las cámaras de
comercio. La reivindicación principal se condensaba en la proclama “Queremos
arroz y trabajo para todos”, aunque también se reivindicó la jornada de las
ocho horas de trabajo, además de la creación de una asociación de todos los
trabajadores. Los actos solían terminar con el grito de “abajo el capitalismo”.
Estas demandas se recogían en los manifiestos y proclamas que, además, siempre
según Fabra, insertaban noticias breves sobre el primero de mayo en los países
occidentales, y los fines de la organización obrera.
A partir de ese año siguieron celebrándose
las manifestaciones del primero de mayo. La manifestación del año 1924 en
Sanghai fue muy destacada. Asistió Adelaide Anderson, una activista británica
fundamental en favor de los derechos de los trabajadores, siendo una de las
primeras inspectoras de trabajo de la Historia. Precisamente, en esos años
estaba en esta ciudad china dedicada a la defensa de los niños trabajadores.
Anderson no dejaría de preocuparse por la situación social china, ya que
regresaría en 1931, preocupada en Nanking por los trabajadores de las fábricas.
Pero también asistieron a aquel
primero de mayo de 1924 en Sanghai, Bunji Suzuqui, presidente de la Federación
General del Trabajo del Japón, y uno de los líderes del partido Kuomitang,
formación política que, según Fabra, era muy popular en el sur chino.
La manifestación congregó a unas
veinte mil personas, afiliadas a unas cincuenta organizaciones. Se estrenó un
“Himno del Trabajo”, y se crearon comités con el fin de hacer propaganda entre
la clase obrera.
Pero la situación se fue haciendo
más complicada porque, como reconoce el propio Fabra, la celebración del año
1926 fue menos importante. Las manifestaciones no fueron tan multitudinarias, y
se prohibieron muchas de ellas por las autoridades locales porque ya estaba
comenzando a ser importante la agitación política. Fabra terminaba afirmando
que no sabría qué pasaría en la celebración del año 1927, aunque confiaba en el
triunfo de las reivindicaciones obreras.
Sobre Fabra, además del Diccionario Biográfico del Socialismo
Español, podemos consultar: M.T. MARTÍNEZ DE SAS. Antonio Fabra Ribas, un
socialista políticamente incorrecto, en Boletín
de la Real Academia de la Historia. – T CCV, C III (2008), pp. 345 a 392.
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