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Mostrando entradas de enero, 2016

Darwinismo social

En esta época en la que se agudizan las diferencias sociales, fruto de la combinación de la crisis económica y de los recortes brutales del Estado del Bienestar, generados por la aplicación de las políticas del neoliberalismo imperante, parece que ha resucitado el darwinismo social. En este trabajo haremos algunas reflexiones sobre esta cuestión. Como es sabido, Darwin expuso una teoría en el siglo XIX, que explicaba que las especies evolucionaban como consecuencia de la selección natural, como parte de la lucha por la supervivencia, y que se transmitía hereditariamente. Pues bien, en esa misma centuria se hizo una aplicación de esta teoría científica a la sociedad. El primero que formuló esta aplicación fue Herbert Spencer. En grandes rasgos, el darwinismo social consideraba que la sociedad era un organismo vivo que evolucionaba como los seres vivos. La competencia entre los individuos era buena porque imprimía beneficios a la genética humana, mucho más que una buena educación,

La liberación de los siervos en la Rusia zarista

A principios del siglo XIX la sociedad rusa era eminentemente campesina. De un total de 40 millones de habitantes, 36 millones eran campesinos y casi todos siervos. La servidumbre había surgido a finales de la Edad Media. Con el paso del tiempo las obligaciones de los siervos hacia los señores habían crecido. Existían diversos tipos de servidumbre: siervos domésticos, siervos sometidos a la corvea o trabajo no remunerado, siervos sometidos al pago de una renta, etc.. Pero, además de su mala situación económica, los siervos no sabían leer ni escribir y vivían en una posición de indignidad. Podían recibir castigos corporales y si eran llamados al servicio militar tenían que servir media vida. En la cúspide social se encontraba la nobleza que monopolizaba la oficialidad del ejército y los principales cargos y puestos en la compleja administración imperial rusa. Esa nobleza era la dueña de casi toda la tierra y gozaba de todo tipo de privilegios. Sin lugar a dudas, era la nobleza más po

El progreso tecnológico en la Segunda Revolución Industrial

En la Segunda Revolución Industrial se dieron importantísimas innovaciones tecnológicas en todos los ámbitos productivos. En esta época comenzaron a usarse nuevos materiales y fuentes de energía. Las tecnologías vinculadas a la máquina de vapor, al carbón y al hierro fueron sustituidas por las relacionadas con la fabricación del acero, el empleo del petróleo y la electricidad. Además, en las últimas décadas del siglo XIX se vivió una intensa etapa de inventos que revolucionaron la economía y las formas de vida. Nobel Si la Primera Revolución Industrial está asociada al algodón, el carbón de coque y el hierro, la Segunda puede ser considerada la era del acero. Gracias a la utilización de los procedimientos Bessemer y Martin-Siemens la producción de acero se hizo masiva y a bajo coste. El acero sustituyó al hierro por su calidad y porque permitía más aplicaciones en muchos campos. Por otro lado, las aplicaciones del hierro se habían circunscrito en la Primera Revolución Industr

Los socialdemócratas en Suecia

En este artículo nos acercamos a la historia de socialdemocracia sueca y a su contribución a la construcción de uno de los más acabados Estados del Bienestar europeos. El Partido Socialdemócrata Sueco es el partido más antiguo de Suecia. Fue fundado en el año 1889 en Estocolmo por August Palm, un sastre radical del sur del país. El nuevo partido se inspiró en el modelo alemán. En 1896 llegó el primer socialdemócrata al parlamento sueco, Hjalmar Branting. En 1898 se creó la Confederación de Sindicatos, vinculada a la socialdemocracia. A partir del año 1902 el número de escaños que consiguió el Partido comenzó a subir. En 1911 alcanzaron casi el 29% de los votos. Su progresión fue enorme a partir de entonces, dominando la vida política a partir de 1932. Palm en primer plano En 1917, los socialdemócratas sufrieron una escisión en su izquierda, protagonizada por los jóvenes del partido. Se creó el Partido Socialdemócrata de Izquierda de Suecia, de larga andadura y con escisio

El leninismo

Sin lugar a dudas, Lenin es un personaje mayúsculo de la Historia, independientemente del posicionamiento ideológico que tengamos. Realizó la adaptación más importante del marxismo, dirigió la Revolución de Octubre y fue máximo estadista de una nueva potencia. En este trabajo hacemos un breve análisis de la primera cuestión, es decir de su pensamiento. Las ideas principales de Lenin se encuentran en dos obras,  El imperialismo, estadio supremo del capitalismo  (1916), y  El Estado y la Revolución  (1917). Lenin hizo una adaptación del marxismo a la realidad que le tocó vivir y de Rusia. Las ideas de Marx se habrían elaborado en unas circunstancias históricas concretas que eran las de la Europa occidental de la primera revolución industrial, donde eran más determinantes los aspectos industriales que los financieros en la economía. En la obra del imperialismo Lenin consideraba que el capitalismo había pasado de una etapa casi exclusivamente industrial a otra financiera, por lo que a

Las condiciones laborales de los obreros en el siglo XIX

El número de horas de trabajo de los obreros en la Europa del siglo XIX fue muy variable, y sus condiciones laborales muy precarias, en función de la actividad desarrollada. En las fábricas algodoneras la duración de la jornada podía llegar a las quince horas. La duración de la jornada fue disminuyendo a lo largo del siglo XIX. Hacia 1870, los obreros ingleses trabajaban como media unas doce horas diarias y con pocos días de descanso. En la década de los años ochenta, la jornada se fue rebajando hasta las diez o nueve horas. Una de las grandes reivindicaciones de las organizaciones obreras durante todo el siglo XIX y los primeros años del siglo XX fue la jornada de ocho horas de trabajo, seis días a la semana. En algunos países de Europa se tardaron décadas en conseguirlo. Mujeres y niños constituían una buena parte de la mano de obra de la época de la Revolución Industrial. En el año 1839, la mitad de la clase obrera británica estaba constituida por mujeres. En el inicio de la déca

La Casa del Pueblo de Madrid

La Casa del Pueblo de Madrid se fundó el 28 de noviembre de 1908 en un antiguo palacio de la calle del Piamonte, número 2. Se acondicionó para contar con las secretarías necesarias, dos salones para reuniones, asambleas y mítines, un café-restaurante y una biblioteca. En el año 1915 se inauguró el Teatro o Salón-Teatro, pero con entrada por la calle Gravina, y tenía una capacidad para 4.000 personas. Allí se celebraron históricos congresos y asambleas del PSOE y de la UGT, además de actividades culturales: funciones teatrales, cine, recitales de poesía, conciertos, etc. En el año 1928 se hizo una profunda reforma en la fachada, se levantó una tercera planta y se amplió la biblioteca. La Casa del Pueblo impulsó importantes actividades educativas: las Escuelas Laicas Socialistas, las Escuelas Infantiles de la Fundación Cesáreo del Cerro, la Escuela Nueva y la Escuela Obrera Socialista. En el aspecto cultural, además de lo que hemos citado en referencia al Salón-Teatro, se creó la

Marxismo

Pretender abordar la teoría de Marx y Engels en un breve artículo es más que osado, una temeridad, pero nos anima el espíritu divulgador y, una vez que ya abordamos el anarquismo en otro trabajo no podríamos dejar de hacer lo mismo con el marxismo. Marx es uno de los pensadores más importantes de la Historia Contemporánea. Fue un personaje que vivió exiliado en varios lugares de Alemania, en París, en Bruselas y en Londres. Se desengañó del liberalismo al comprobar que no solucionaba las contradicciones que generaba el capitalismo. En 1845 escribió las  Tesis sobre Feverbach . En el libro establecía el concepto de la praxis al señalar que los filósofos hasta ese momento solamente se habían dedicado a interpretar de distintas maneras el mundo pero no de transformarlo. Dos años después publicó  Miseria de la Filosofía  donde rechazaba al socialismo no científico. En 1848 escribió, junto con Engels, uno de los textos más importantes de la Historia, el  Manifiesto Comunist

Marx y la Revolución Francesa

arl Marx (1818-1883) comenzó a estudiar la Revolución Francesa en su exilio parisino y con una clara influencia de Hegel, aunque terminaría por llegar a conclusiones distintas. Para Marx, la Revolución Francesa plasmaba en lo político la hegemonía económica y social que la burguesía había alcanzado en el siglo XVIII, después de un proceso que arrancaría desde la superación de la crisis bajomedieval. La Revolución había derrotado a la aristocracia feudal y había despejado la implantación del capitalismo. Marx se centró más en las causas y consecuencias del proceso revolucionario que en los hechos en sí. La Revolución Francesa es interpretada como el paradigma de la sociedad en la que el modo de producción capitalista genera un régimen político al servicio de la burguesía. De ahí la idea de “necesidad” de la revolución burguesa y no como punto de llegada, como habían defendido todos los historiadores liberales, sino como una fase de la historia que, con el tiempo sería también superada,

Los marginados en la España del siglo XIX

La frontera que separa a las clases humildes urbanas y rurales de los grupos sociales excluidos o marginados no es fácil de trazar en la España del siglo XIX. Podemos establecer algunas categorías pero con reservas porque muchas personas con trabajo vivían en situaciones muy calamitosas. En tiempos de la Restauración se calcula que el 3% de los españoles eran marginados, pero el porcentaje aumentó con la crisis del final del siglo. En primer lugar, estarían los denominados “pobres naturales”, “pobres de solemnidad” y mendigos. En el sur de España podían superar el 4% de la población total, y había más mujeres que hombres, como lo demuestran los censos. Eran los mendigos a las puertas de las Iglesias, los expósitos de las inclusas, los huérfanos de los hospicios, viudas que no recibían pensión alguna y en muchos casos con hijos a su cargo, ancianos abandonados,  enfermos crónicos y personas con algún tipo de minusvalía física o psíquica sin atención o muy mal atendidos en los hospita

La visión de Louis Blanc sobre la Revolución Francesa

La opinión sobre la Revolución Francesa de Louis Blanc (1811-1882) representa una postura claramente progresista sobre dicho fenómeno histórico. Destacado político socialista en la Revolución de 1848, padre de los talleres nacionales,  publicó una  Historia de la Revolución Francesa  (1844-1862) en diez tomos, y la  Historia de los Diez Años . La originalidad de Blanc reside no tanto en su defensa de la Revolución, sino, sobre todo en que fue el primer autor que valoró positivamente la labor de los jacobinos, criticados tanto por la historiografía tradicionalista como por la liberal. No defendió el Terror pero lo comprendía o situaba en su contexto, ante los vicios del Antiguo Régimen, y por la reacción y presión de los enemigos de la Revolución. Blanc dividía la Revolución en dos fases. La primera estallaría en 1789, destruiría el Antiguo Régimen y supondría la victoria de la burguesía. La segunda, en 1793, sería la del triunfo temporal del pueblo sobre la burguesía. El problema

La Guerra Civil Rusa

La Guerra Civil rusa siguió a la Revolución de Octubre gracias a la cual, por primera vez en la Historia, se había instalado en el poder de un país un gobierno comunista, aunque en esa época se conocía a los protagonistas de la Revolución como bolcheviques. La guerra transcurrió entre 1918 y 1921 y se desplegó en diversos frentes, estallando cuando aún no se había terminado la participación rusa en la Gran Guerra ni se había firmado el Tratado de Brest-Litovsk. Se dio la circunstancia de que la Guerra Civil fue un conflicto en el que se dieron numerosas injerencias de países extranjeros contrarios al triunfo del comunismo. En Siberia se constituyó un gobierno en Omsk que organizó un Ejército Blanco, dirigido por Kolchak. Este ejército fue apoyado por una legión checa formada por prisioneros de guerra liberados. Consiguieron hacerse con el control de importantes sectores del ferrocarril transiberiano y marchó hacia el Oeste. En el Sudeste se concentraron parte de los cosacos. En

Cándido Busteros Orobengoa, Alcalde de Portugalete

Destacado sindicalista y socialista vizcaíno, Cándido Busteros Orobengoa fue alcalde de Portugalete y tuvo un gran protagonismo en la guerra civil. Pudo exiliarse en México. En este artículo nos acercamos a su vida y compromiso. Cándido Busteros Orobengoa nació en Portugalete (Vizcaya) en el año 1896. Era ebanista de profesión, aunque también trabajó en Bilbao en “Casa Cebrián” de la CAMPSA. Ingresó en el Sindicato Nacional de Petróleos de la UGT de Vizcaya. En el año 1913 lo haría en el Partido Socialista. Representó a la Agrupación Socialista de Portugalete en el importante Congreso Extraordinario del PSOE, que se celebró en 1931. (Fundación Pablo Iglesias) En las elecciones municipales de febrero de 1931 fue elegido concejal del Ayuntamiento de su localidad natal, siendo elegido alcalde en diciembre del año siguiente, cargo que desempeñó hasta 1934 cuando fue depuesto por el gobernador civil. Busteros se comprometió claramente en la Revolución de Octubre y tuvo que exili