Ir al contenido principal

El leninismo

Sin lugar a dudas, Lenin es un personaje mayúsculo de la Historia, independientemente del posicionamiento ideológico que tengamos. Realizó la adaptación más importante del marxismo, dirigió la Revolución de Octubre y fue máximo estadista de una nueva potencia. En este trabajo hacemos un breve análisis de la primera cuestión, es decir de su pensamiento.
Las ideas principales de Lenin se encuentran en dos obras, El imperialismo, estadio supremo del capitalismo (1916), y El Estado y la Revolución (1917). Lenin hizo una adaptación del marxismo a la realidad que le tocó vivir y de Rusia. Las ideas de Marx se habrían elaborado en unas circunstancias históricas concretas que eran las de la Europa occidental de la primera revolución industrial, donde eran más determinantes los aspectos industriales que los financieros en la economía. En la obra del imperialismo Lenin consideraba que el capitalismo había pasado de una etapa casi exclusivamente industrial a otra financiera, por lo que a la lucha de clases se habría añadido la lucha política entre los estados por las materias primas, las colonias y el mercado. Si Marx había planteado las contradicciones del capitalismo en su época, Lenin lo hacía en la suya, en la del triunfo de la segunda revolución industrial, la de la escala mundial. Por eso, pensó que debía modificar algunas de las teorías o ideas del primero.
La primera modificación tiene que ver con los protagonistas de la revolución. Ya no serían los proletarios de la Europa occidental o del mundo rico los que portarían la bandera de la revolución porque habrían alcanzado un nivel de vida que les impedía llevar a cabo esa tarea. Si había un capitalismo podrido habría un socialismo podrido, de ahí las críticas a los socialistas alemanes y europeos, en general, por aceptar las reglas del juego del capitalismo y participar en las instituciones. El testigo de la revolución pasaría al proletariado de los países atrasados. La revolución ya no podría estallar en un país rico e industrializado como presuponía Marx, sino en un país pobre, en un país proletario en la división de países del mundo. Pero no sería un país paupérrimo sino que tendría que tener algún grado de desarrollo industrial y, por lo tanto, contar con obreros. Ese país sería, sin lugar a dudas, Rusia, atrasada, pero con núcleos de fuerte desarrollo industrial.
En su otra obra, El Estado y la Revolución, Lenin se dedicó a explicar lo que era una revolución, la estrategia revolucionaria, su segunda gran aportación después de haber modificado dónde debía darse la revolución en el mundo.
En primer lugar, consideraba que la revolución no llegaría sola, no era un proceso fatal como se ha interpretado a Marx; en realidad, consideraba que se había exagerado este fatalismo. Había que trabajar para prepararla, nada de determinismo, todo era un ejercicio de voluntad.
Para preparar la revolución eran necesarias varias condiciones. En primer lugar, era fundamental el papel del partido, considerado como la vanguardia del proletariado. El partido debía estar cohesionado y ser disciplinado. Si Marx y Engels habían hablado del movimiento obrero en general, ahora era el partido el gran instrumento y protagonista. En segundo lugar, era necesario el concurso de los intelectuales. Eran los únicos con formación dialéctica para captar el momento oportuno para que triunfase la revolución. Un aspecto muy novedoso en relación con las ideas de Marx tenía que ver con el papel asignado a los campesinos. Si para Marx no eran un sujeto revolucionario por considerarlos reaccionarios, en la adaptación de Lenin sobre dónde debía darse la revolución, es decir, en países, como Rusia, donde aunque se había iniciado la industrialización seguían siendo atrasados, parecía lógico que revalorizase el papel de los campesinos en este proceso. Para que triunfase la revolución era necesario contar con su apoyo.

Eduardo Montagut

Comentarios

Entradas populares de este blog

Manuel Orte y Andrés: el primer concejal socialista

En las elecciones municipales de 10 mayo de 1891 resultaron elegidos en Bilbao cuatro socialistas como concejales: Facundo Perezagua, personaje fundamental del socialismo vizcaíno y español, Luciano Carretero, Dionisio Ibañez y Manuel Orte y Andrés. También fue elegido Facundo Alonso por San Salvador del Valle, el fundador de la Agrupación Socialista de La Arboleda. A los cinco les cabe el honor de ser los primeros concejales socialistas en la historia contemporánea española. Manuel Orte y Andrés Pero la legislación electoral de este momento de la Restauración exigía una condición para acceder a este cargo. Había que ser propietario y pagar contribución. Tenemos que tener en cuenta que aquella elección se produjo por sufragio universal masculino gracias al cambio legislativo impulsado por los liberales de Sagasta el año anterior frente a la postura conservadora de Cánovas. Pero si esto supuso un claro avance democrático, a pesar de que el caciquismo siguió siendo tan o más fu...

La visión de Louis Blanc sobre la Revolución Francesa

La opinión sobre la Revolución Francesa de Louis Blanc (1811-1882) representa una postura claramente progresista sobre dicho fenómeno histórico. Destacado político socialista en la Revolución de 1848, padre de los talleres nacionales,  publicó una  Historia de la Revolución Francesa  (1844-1862) en diez tomos, y la  Historia de los Diez Años . La originalidad de Blanc reside no tanto en su defensa de la Revolución, sino, sobre todo en que fue el primer autor que valoró positivamente la labor de los jacobinos, criticados tanto por la historiografía tradicionalista como por la liberal. No defendió el Terror pero lo comprendía o situaba en su contexto, ante los vicios del Antiguo Régimen, y por la reacción y presión de los enemigos de la Revolución. Blanc dividía la Revolución en dos fases. La primera estallaría en 1789, destruiría el Antiguo Régimen y supondría la victoria de la burguesía. La segunda, en 1793, sería la del triunfo temporal del pueblo sobre la burgue...

Cándido Busteros Orobengoa, Alcalde de Portugalete

Destacado sindicalista y socialista vizcaíno, Cándido Busteros Orobengoa fue alcalde de Portugalete y tuvo un gran protagonismo en la guerra civil. Pudo exiliarse en México. En este artículo nos acercamos a su vida y compromiso. Cándido Busteros Orobengoa nació en Portugalete (Vizcaya) en el año 1896. Era ebanista de profesión, aunque también trabajó en Bilbao en “Casa Cebrián” de la CAMPSA. Ingresó en el Sindicato Nacional de Petróleos de la UGT de Vizcaya. En el año 1913 lo haría en el Partido Socialista. Representó a la Agrupación Socialista de Portugalete en el importante Congreso Extraordinario del PSOE, que se celebró en 1931. (Fundación Pablo Iglesias) En las elecciones municipales de febrero de 1931 fue elegido concejal del Ayuntamiento de su localidad natal, siendo elegido alcalde en diciembre del año siguiente, cargo que desempeñó hasta 1934 cuando fue depuesto por el gobernador civil. Busteros se comprometió claramente en la Revolución de Octubre y tuvo que exili...