Álvaro Flórez Estrada fue un destacado economista español de la primera mitad del siglo XIX. Crítico con la forma de hacer la desamortización por Mendizábal, su principal obra fue el Curso de Economía Política. En este artículo analizaremos algunas de las ideas económicas de este pensador y político que cuestionó algunos principios sobre la propiedad.
Álvaro Flórez Estrada (1766-1853) escribió el Curso de Economía Política en el año 1828, constituyendo una de las principales obras sobre economía de la historia del pensamiento español. Flórez criticaba el derecho de la gran propiedad agraria, aunque no la propiedad privada en sí. En la línea de este pensamiento estaría la crítica que haría, unos pocos años después, al sistema emprendido por Mendizábal para la venta de los bienes nacionales. Recordemos que esta desamortización consistió en expropiar las tierras eclesiásticas para venderlas en pública subasta con dos fines. En primer lugar, para sanear la ruinosa hacienda española con un déficit heredado de la crisis del Antiguo Régimen, y acrecentado con la guerra carlista. Además, se pretendía vincular a una clase de propietarios con la causa liberal, todavía muy débil. En el trasfondo estaría el pensamiento liberal de fomento de la propiedad privada. Pero Flórez Estrada consideraba que los principales beneficiarios serían los fabricantes, y propuso una alternativa, la distribución de la tierra en régimen de enfiteusis, a favor de colonos y pequeños propietarios.
En el año 1839 escribió un folleto titulado La cuestión social. Origen, latitud y efectos del derecho de propiedad, que luego agregó a su Curso de Economía Política. En esta obra defendía, aludiendo a Adam Smith, que el origen de la riqueza estaría en el trabajo. Solamente el trabajo justificaría el derecho de la propiedad, de la propiedad agraria. Como la tierra había sido apropiada por un grupo de individuos, la mayor parte de los hombres no podían encontrar ocupación para subsistir, y los trabajadores una recompensa a su esfuerzo. Así pues, el derecho de propiedad mantendría en la abundancia al ocioso y en la miseria al trabajador. Pero, como decíamos al principio del artículo, se referiría al derecho de propiedad latifundista, nada más, ya que no parece que aplicara estos principios al mundo industrial, todavía en los inicios en España. Flórez se centró más en la cuestión candente en su tiempo: la desamortización de los bienes de manos muertas y sus consecuencias sociales.
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